Los molinos harineros son ingenios que pueden ser movidos por el agua o bien por animales, los conocidos molinos hidráulicos los primeros y de sangre los segundos. Su función principal es la de moler el grano para convertirlo en harina aprovechando la fuerza motriz del agua o un animal para mover las piedras que rozan entre sí para machacar el cereal.
En el caso de Galve nos encontramos ante un molino hidráulico que aprovecha el agua para su movimiento.
El molino consta de varias partes. En la parte superior se acumula el agua transportada por una acequia desde un azud en el río. El agua desviada por la acequia se almacena en una balsa que cuenta con una salida denominada cubo. El cubo es una construcción, cuya función principal es concentrar la fuerza del agua que cae sobre un rodete (rueda) con álabes (unas palas) que gira sobre un eje. El cubo es un pozo de forma cilíndrica construido en sillares.
Al caer el agua con fuerza sobre los álabes, gira el rodete que está conectado al eje y a una muela (piedra trabajada en forma de rueda) que gira sobre otra piedra fija. Al girar una piedra sobre otra, se produce la molturación del cereal convirtiéndolo en una fina harina. El agua que ha movido el rodete sale por una abertura denominada cárcavo hacia la acequia de nuevo. El cárcavo es visible al exterior y está formado por un arco de medio punto.
La harina se almacenaba para su posterior venta.
El edificio del molino de Galve cuenta con tres plantas construidas en mampostería y contaría con las dependencias para la maquinaria en la planta baja, así como almacén y vivienda del molinero en las superiores. Se data del siglo XVIII, aunque podría contar con partes más antiguas.
Actualmente se encuentra en ruinas, con gran parte del material caído dentro del propio edificio y la balsa de la parte superior colmatada con tierra y vegetación. En el exterior en el suelo se puede apreciar una piedra de molino trasladada de su lugar de origen. No se conserva maquinaria en el interior. Se recomienda no acceder al interior puesto que existe riesgo de colapso de los materiales que aún se mantienen en precario equilibrio.
El Iguanodon continúa corriendo en su huida del dinosaurio terópodo (carnívoro) puesto que la distancia aún no es suficiente, recorre una gran extensión llana para llegar al río para cruzar al otro lado de forma que esté a salvo.
En este punto no se ubica geocache, puesto que en entorno del molino existe otro geocache. La ruta sigue en dirección a la tejería por el mismo camino que venimos recorriendo.
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